El asado argentino es una tradición que une a familiares y amigos, convirtiéndose en un símbolo de la cultura del país. Los domingos son perfectos para encender el fuego y disfrutar de una parrillada al aire libre. Con cortes de carne como la falda, el vacío y la entraña de ternera, el asado se cocina con paciencia sobre brasas de leña o carbón. Se acompaña de guarniciones como chimichurri, ensaladas frescas, patatas a la parrilla y un buen vino tinto. Participar en un asado es una experiencia que refleja la hospitalidad y la pasión por la buena comida en Argentina. Hoy, os hablamos de la entraña.
La entraña gruesa es un corte que se extiende por la parte interna de la pared abdominal, desde los cuartos traseros hasta el matambre. Por otro lado, la entraña fina es el músculo costal del diafragma. Lo interesante de estos cortes es que, aunque sean de la misma familia, tienen personalidades muy diferentes.
La entraña gruesa tiene un sabor más pronunciado y una textura única que no encontrarás en otros cortes. Esto se debe a su proximidad con las vísceras, lo que le da ese toque especial y distintivo. Además, la entraña fina, también conocida como harami, es súper popular en Corea y Japón. Allí la valoran mucho por su sabor y textura.
Mientras que la entraña fina es más delgada y tiene un tejido muscular más delicado, la gruesa es más ancha y con una fibra muscular más robusta. Ambas tienen un aspecto plisado, con fibras amplias y abiertas, lo que las hace lucir bastante interesantes a simple vista.
Si te gusta experimentar con diferentes cortes de carne, definitivamente deberías probar la entraña. Tanto la fina como la gruesa tienen su propio encanto y ofrecen una experiencia culinaria diferente a la habitual.
También tenemos una receta con la entraña de ternera en nuestro canal de YouTube
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