El Queso Roncal, con Denominación de Origen Protegida (DOP), se elabora en el Valle de Roncal, ubicado en los Pirineos de Navarra. Su método tradicional de producción, arraigado desde hace siglos, perdura hoy en día.
Exclusivamente elaborado con leche cruda de oveja de las razas Rasa y Lacha, que pastan en prados de alta montaña durante la primavera y el verano, la calidad de la leche es fundamental para el sabor y la textura distintiva del queso Roncal, robusto y lleno de matices.
Madurado de tres a cinco meses en cuevas naturales o bodegas, desarrolla un aroma intenso y un sabor persistente. La corteza es dura, mientras que su interior muestra un color marfil pálido y una textura firme que se desmenuza delicadamente en la boca.
El sabor del queso Roncal es profundo y complejo, con notas de frutos secos y un ligero regusto a caramelo. Ideal para amantes de quesos intensos y bien estructurados. Presentado en ruedas de 25-30 centímetros de diámetro y un peso variable entre 3 y 6 kilogramos.
El queso Roncal no solo se aprecia por su sabor, sino también por su significado cultural y tradicional en la región de Roncal, simbolizando la artesanía local y el compromiso con la calidad en la producción alimentaria.