Hubo ternura y tintes bíblicos en el bautismo. Porque se llama Goliat el mayor buey de la Península, un Minotauro magnífico, una bestia de otro tiempo, un mastodonte superlativo que ha fichado, como las grandes estrellas del balompié, por Iruki. A sus virtudes morfológicas se le une la pertenencia a una raza como no hay otra, la rubia gallega. Olviden cualquier animal que hayan visto en los periódicos o en la televisión: Goliat va a pulverizar cualquier registro. Avisado queda el hombre de los Record Guinness.
Imponente como un titán y dócil como una mascota, se trata del macho castrado más cotizado y codiciado del mundo. Atención parrillas del planeta: el animal ya está disponible. “Tiene muchas novias, pero aún escuchamos ofertas. Es muy importante acertar con su destino”, explica Jose Luis Etxarri, propietario de este descomunal animal con más de 7 años de edad (nació exactamente el 11 de julio de 2012) y que da en báscula más de 2 toneladas de peso. Etxarri considera que “tiene la edad y el engorde adecuado para convertirse en la experiencia gastronómica carnívora única del mundo.”
Goliat tiene en sus entretelas y en su fisonomía el ADN de la raza rubia gallega, considerada una de las mejores del mundo por rotativos como The Guardian o el afamado documental Steak Revolution. “No buscamos récords, pero lo es en sí mismo. Es terrible, tremebundo, no he visto animal igual en todos los años que llevo de trayectoria como carnicero y marchante. Elegante y grande, muy grande. Son cuatro toros de lidia en uno”, añade Etxarri.
Para este reconocido buscador de las mejores carnes es primordial el bienestar animal. “Está a cuerpo de rey, come, bebe y pasea a su antojo. ¿La fórmula? Respetarle, respetar al animal es la mejor condición para que se desarrollen”. Al norte de Portugal vino al mundo Goliat. El país vecino custodia y salvaguarda en pequeñas aldeas que casi lindan con Galicia una metodología tradicional, donde aún pervive el arraigo de trabajar las tierras con animales de tiro. Se adquirió siendo un macho castrado de 3 años. Y ya de bien joven se le apreciaba una gran cruz (casi dos metros hoy día), y se ha terminado de configurar el buey en unas estupendas instalaciones en León. Todo esto aparece en la documentación que se acredita, su DIB (Documento de Identificación Bovino).
El animalito come, a demanda, más de 25 kg diarios de un fabuloso cóctel de cereales, sobre todo maíz, todo natural. Goliat sigue la estela de otros hermanos, recientes y mediáticos. Por el mítico Pezuñas, también buey rubio gallego, se pagaron hace 10 años cerca de 35.000 euros y pesó 1.238,8 kilos en canal (2.200 kilos antes de sacrificar); por Potxolo, otro buey descomunal pero esta vez de raza blonda de Aquitania, una especie menos codiciada en las altas esferas gastronómicas, se han desembolsado más de 50.000 euros.
De este modo, a buen seguro que nos encontramos con el buey más cotizado del mundo. Aún no se sopesa llevar a sacrificio, así que el animal alcanzará más peso y gozará de más bienestar dando cuenta de cereales bajo el cielo de León. Llegado el momento y como grandes expertos en el aging de la carne, Iruki se encargará de la maduración de sus cortes en sus instalaciones en Donosti. Goliat es dócil. Siempre estuvo en contacto con el ser humano. Busca cariño. Es como un perrito, pero de 2,3 toneladas.
